Escribe tus preocupaciones y aplázalas para otro momento
Todas esas preocupaciones que tienen que ver con el futuro, y te impiden disfrutar de lo que te está sucediendo en este momento, apúntalas en un papel y programa otro momento para dedicarles el tiempo que necesites para pensar en ello. Al apuntarlas, tu mente no necesitará recordarte que “tienes eso pendiente”
2. Conecta con tus emociones y tus necesidades
Céntrate en la información que te están dando tu cuerpo. Cómo notas el viento en tu cara, el movimiento de tu pelo, las sensaciones de tus pies al andar, el rugido de tu estómago cuando tienes hambre, etc. Pon toda tu atención en tus sensaciones y cómo interactúan con tu entorno ahora mismo.
3. Focalízate en tus sensaciones corporales y lo que está sucediendo en este mismo momento
Realizar actividades con otras personas y socializar está genial, pero a veces también son una forma de evitar escucharnos. De vez en cuando viene bien dedicarnos tiempo para nosotr@s, a solas, donde escuchar qué está sucediendo en nuestro mundo interno.
4. Realiza actividades sol@, para escucharte a ti al 100%
Relacionado con el paso anterior, una vez escuches tu mundo interno, permítete conectar con lo que estás sintiendo. Pregúntate cosas como “¿cómo estoy? ¿Qué necesito en este momento?, ¿Qué puedo hacer por mi?”, como si estuvieses hablando con un buen amigo. Esto te permitirá conectar contigo.
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