Debería empezar a hacer deporte, comer mejor, limpiar la casa, escribir a ese amigo con el que hace tanto que no hablo, ponerme a estudiar, apuntarme a un curso… ¿TE SUENA?
¿Párate a pensar cuántas veces a lo largo del día te dices a ti mismo: Tengo que hacer X, debería hacer Y…
Plantearnos las cosas que vamos haciendo de forma imperativa hace que lo veamos como una obligación, y con ello aparece la culpa si no somos capaces de cumplir con “nuestra obligación”.
Además, las ganas de hacer algo disminuyen si lo vemos como algo obligatorio y no como algo que nosotros queremos hacer.
Cambiemos estos deberías por otras fórmulas más amables con nosotros mismos: Voy a hacer esto porque quiero, porque puedo, porque me apetece o me viene bien…
Si necesitas más ayuda e información no dudes en escribirnos centropsicologiacubilloserna@gmail.com
Comments